Los sitios dedicados para la estancia parcial en la sala de espera van desde los congestionados y gigantes de las medicinas prepagadas hasta los chicos casi asfixiantes de las clínicas o consultorios pequenhos, cada uno de los cuales dotados de muebles rígidos o confortables, revistas, café, ayudas virtuales, televisión y mecanismos de entretencion para hacer mas amable la falta de planificación que mencionamos antes.
Algunas solo tienen sillas frías que no hacen confortable la espera, que llevan al punto de la desesperación cuando nos preparamos para recibir la atención medica que requerimos.
Las paredes pueden desde contener los logros académicos del profesional, hasta solo los avisos del extintor, pasando por las recomendaciones para la buena salud, las medidas de prevención y precaución, los calendarios de inmunizacion, horarios de atención y demás temas de interés para los usuarios.
En el caso de la atención veterinaria, la interacción entre los pacientes puede convertirse en un dolor de cabeza tanto para usuarios como para el servicio de salud, por la complejidad de caracteres y la educación y socialización que los mismos pacientes han recibido de sus familias.
Los riesgos de agresión, contaminación y transmisión cruzada de patologías son muy altos, cuando los espacios son cerrados y chicos.
El tiempo o los horarios que los profesionales asignan para las citas de los pacientes y usuarios casi nunca son respetados, siendo este el principal déficit, o agresión para con pacientes y usuarios. La falta de planificación parte desde el horario de llegada del profesional, que en muchos casos prioriza lo social, lo deportivo, la entretencion, la educación e incluso la familia por delante de nuestra disposición y nuestro tiempo.
Situaciones que crean desespero, impaciencia, intolerancia, stress, mal genio e incluso agresión por parte de los usuarios.
Respetar el tiempo de los demás, la clave en los servicios de salud, situación que difícilmente se cumple, pero que estamos empenhados en cambiar.
Tener salas de espera amplias, confortables, amenas, que permitan el bienestar del usuario y paciente,es un compromiso profesional, que en compensación a la falta de respeto de los horarios de las citas, puede de manera significativa reducir las jornadas fatigantes de atención en los servicios de salud.
No olvidemos que el tiempo es lo mas valioso en nuestra vida, y el de los demás mucho mas, por lo cual debemos respetar el horario de las citas y de atención de quienes buscan nuestro servicio, atendamos de la mejor manera a quien solicita nuestro trabajo.
la sala de gatos esta buena la idea
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